La delicadeza de David Foenkinos

Nathalie es una mujer afortunada. Felizmente casada con François, pasa los días rodeada de risas y libros. Un día la pena llama a su puerta: François muere inesperadamente. Nathalie languidece entonces entre las paredes de su casa y se vuelca en la oficina. Pero justo cuando ha dejado de creer en la magia de la vida, ésta vuelve a sorprenderla y revelarse en su forma más maravillosa.

La delicadeza es la novela de la esperanza y la imaginación, la novela de ese París fascinante en el que el dolor y la vulgaridad se transforman en poesía. Un libro que querrás tener siempre cerca, para deleitarte de nuevo con su elegancia literaria o sonreír con su mordaz ingenio, pero, sobre todo, para recordar que siempre, incluso en los momentos más inesperados, cualquier cosa es posible.

Había oído hablar muy bien del autor David Foenkinos y tenía curiosidad por leer uno de sus libros. Y la verdad La delicadeza no me ha defraudado. Es más, me he llevado una grata sorpresa. Y al terminarlo y ver que existía una película con Audrey Tautou fui a verla sin pensármelo. Tanto la película como el libro son, como su titulo bien indica, pura delicadeza.

El libro consta de 117 capítulos cortísimos, que hacen una lectura fácil y amena. Escrito en tercera persona, el narrador omnisciente, nos revela todos los detalles de la vida de Nathalie.

La primera parte del libro, que es mi preferida, narra la historia de amor entre Nathalie y François, su noviazgo, su matrimonio y su vida en común. Es una historia sencilla pero a la vez profunda, preciosa y conmovedora.

"Si pide un descafeinado, me levanto y me voy. No se podía tomar un descafeinado en esa clase de cita.

...El té tampoco es mucho mejor.

...Entonce ¿qué? ¿Algo con alcohol? No, a esa hora no pega.

...El zumo de albaricoque es perfecto. Si elige eso, me caso con ella, pensó François.

(.../)- Un zumo de albaricoque, creo."

Nathalie es una chica discreta, a quién le gusta reír y leer. Conoce a François un día en la calle. A partir de allí la vida es tranquila y maravillosa. Se casa, tiene un buen trabajo, disfrutan de la vida juntos, hasta que un buen día François muere en un accidente. 

Para poder soportar tanto dolor y tristeza, Nathalie se refugia en el trabajo. 

Van pasando los años, y un día no sé sabe bien porque Nathalie besa a Markus, un compañero de trabajo.

Markus, es todo lo opuesto a François. Es un hombre que pasa desapercibido, sin ningún atractivo físico, torpe, frágil y eso es lo que más me ha gustado del personaje. No es el típico héroe que va a rescatar a la princesa, es un tipo anodino que sabrá poco a poco conquistar el corazón de Nathalie.

"Había en él como una ternura infantil y una capacidad para aceptar las situaciones, incluso las más rocambolescas..."

La delicadeza es un libro tierno y conmovedor, que, dependiendo en que momento lo leas o que tipo de lector seas, no te dejará indiferente. Puedes enamorarte de él o bien puede que te deje indiferente, no es una obra maestra, es más bien simple. Una historia sin grandes florituras. Pero que a mi, me ha atrapado desde la primera pagina.